Un poco de Calamity Coyote.

Nacido en Texas, este curioso sujeto fue arrastrado por sus padres a Sudamérica, cuando el encantador niño comenzó a calzarse capuchas del Ku-Klux-Klan e intentó prenderle fuego a un par de vecinos de color (no hace falta aclarar de que color ¿No?)
-Hijo no desperdicies energías -le dijo su padre, un gigantesco Redneck que se ganaba la vida explotando pozos petroleros. La idea de su padre fue regalarle una guitarra para que su hijo canalizara sus energías hacia otro lado.
Una vez instalados en Sudamérica, mas precisamente en el culo del mundo mejor conocido como Argentina, Calamity comenzó su carrera como guitarrista, después de todo Buenos Aires no era tan diferente de Texas, también había minorías a las que odiar.
Por estos lugares no era señalado, ni mal visto por llevar una bandera confederada como pañuelo.
Tampoco lo miraban mal por utilizar su gran variedad de sombreros de Cowboy.
Tocó junto a algunas bandas, pero su lugar lo hallaría en Pulque, la caótica banda de orígenes místicos.
Pronto comenzó a ser tildado por los fans de “Fascista”, entre tantas otras cosas, que sin dudas Coyote no lo era. Y si acaso lo era no tenia por que darle explicaciones a nadie.
Antes de desaparecer místicamente (de la misma manera que había aparecido) fue reconocido.
Una fan después del show del 14 de noviembre de 2008 le preguntó: “¿Tu eres Calamity Coyote?”
No sabia que responder… ¿era Calamity Coyote aun? ¿Un “Si” la haría feliz? Por primera vez lo habían llamado sin insultarlo, sin agredirlo. Por primera vez habían dicho su nombre con cierta simpatía. Las dudas comenzaron a girar en su cabeza, pero por desgracia para el mundo Calamity debía morir.
Y así lo hizo esa húmeda noche de noviembre. Nunca se encontró el cuerpo, ni nada que pruebe su existencia. Yo aun conservo un par de sus sombreros y su camisa confederada, pero no puedo asegurar que haya tenido un trato directo con el. Ni tampoco si aun está con vida.
Solo se que va a volver…al menos eso me dijo una voz el otro día mientras miraba un video de Pulque.

Espero que todo sea una joda y se levante del cajon.

La muerte de un Idolo.

Corría el año ’99. Por aquel entonces yo trabajaba en una librería de 10 a 22 hs, mi única compañía era la radio. Por casualidad de la vida descubrí un programa conducido por un Mexicano cabrón y xenófobo de nombre Ricardo Alfredo Ñuñoa Cruz (o simplemente Dick Alfredo), un travesti uruguayo auto bautizado Cristina Patricia Megahertz (o la Mega) y un pibe de la villa: Rubén Ramón Sixto Alegre alias “Palito”. En esa época ninguno de mis compañeros daba dos pesos por el programa y me cambiaban el dial. Era chocante la crudeza de Dick y el vale todo de Palito.
A la tarde escuchaba por la Rock & Pop “Tarde Negra”, donde junto a la “negra” Vernacci, la señora Milagros López (una cubana de por aquel entonces setenta y dos años, ex azafata) y un puto peluquero de nombre Roberto Flores, me hacían cagar de risa.
Después venia Lalo Mir y su “animal de radio” y las recordadas ruedas de prensa con el político Rafael Orestes Porelorti. (Yo fui uno de los que votó la formula Cohan-Porelorti en una las elecciones de 2001).
La sorpresa llegaría un viernes por la mañana al leer el suplemento de espectáculos de del diario Clarín. Ninguno de los personajes anteriores existía físicamente. Eran fruto de la mente desquiciada de un actor uruguayo de nombre Fernando Peña. Me quede con la boca abierta, esa mañana escuché el programa tratando de discernir en que momento cambiaba de voz, pero era imposible, a veces daba la impresión de que todas sus “Criaturas” hablaran al mismo tiempo. A pesar de saber que Peña era “Las Criaturas”, aun las seguía viendo como entes completamente autónomos y con personalidad propia. Es hasta el día de hoy que al escuchar el Parquímetro, sigo imaginando en mi cabeza las imágenes que yo me cree de Dick, Palito, La Mega, Sabino, y Roberto Flores.
Hoy se murió. Se puede decir que era una de las pocas personas a las que admiraba. Una de las pocas personas de los medios que me abrió la cabeza.
No soy una persona positiva, pero me gustaría cerrar con una frase de la Señora Milagros López: “Si piensas bonito, sucede bonito”.
No solo se fue un grande, todas sus criaturas se fueron con el.

Fernando Gabriel González Peña murió un 17 de junio de 2009.