Las dudas del señor Blue.

El señor Blue no quería sentirse así, odiaba ese sentimiento de confusión perpetuo, no tenia dudas con respecto a su enamoramiento. Las dudas eran otras…
Cuando no estaba cerca de ella sentía la necesidad de decirle un millón de cosas, pero al momento de tenerla frente a el se sentía completamente intimidado y enmudecía. Cuando ella se alejaba, como por arte de magia se le venían a la cabeza todas esas palabras que debieron ocupar los globos de texto que el señor Blue dejó en blanco durante la conversación con la Damisela.
Un millón de veces se había jurado no dejar pasar mas el tiempo y tomar el toro por las astas, ponerle el cascabel al gato, pero las ideas que se le ocurrían no eran muy sutiles.
La épica aventura para conseguir el gato de peluche es un claro ejemplo…
El señor Blue contempló la silla verde frente a el y se dijo: “No se que hacer”
A lo que el interlocutor que ocupaba la silla vacía respondió: “Lo mismo de siempre. Sentarte y esperar que la vida te ponga las cosas en las manos”
Ahora eso de tomar la iniciativa le sonaba ridículo, nunca en su vida lo había hecho ¿Por qué empezar un 13 de mayo de 2009 a las 16:28 horas?
Tenia tiempo de sobra para pensar… o no, con el señor blue nunca se sabía.